Cuida tu Piel
“La Piel Sensible”
Es un termino muy investigado en los últimos años, y es así que el 70% la padece y de la que el 40% es piel moderada o muy sensible y se suele dar más en las mujeres, con piel clara y con mayor probabilidad de sufrir quemaduras solares
Se manifiesta como ardor, picazón, dolor y hormigueo en cualquier sitio anatómico, incluida por supuesto, la cara, el cuero cabelludo, los genitales, lo cual da un gran impacto psicosocial en la vida diaria
Los pacientes con “piel sensible” tienen más probabilidad de padecer acné, eczema (dermatitis) y enrojecimiento facial, así como dermatitis seborreica, psoriasis o vitíligo, así mismo dermatitis de contacto, pecas y rosácea, siendo que a medida que envejecemos la piel se vuelve más delgada y seca y más susceptible a los efectos irritantes y a la piel sensible y por otro lado las mujeres después de la menopausia, tienen también un incremento de la sensibilidad cutánea
Si bien la mayoría de enfermedades cutáneas no están asociadas con una alteración severa de su función, si tienen efectos severos en la salud mental y en la calidad de vida y son frecuentes los cuadros de ansiedad, depresión, stress, trastornos del sueño, con menores posibilidades de conseguir un trabajo, con limitaciones financieras y abuso de ingesta de alcohol, así mismo hay mayor asociación con afecciones crónicas como la diabetes, la presión alta, enfermedades pulmonares y artritis
Son factores ambientales que influyen en la “piel sensible”: la extrema humedad, la extrema temperatura, el viento, el sol, el aire acondicionado, el polvo, así mismo los hábitos personales como el uso de telas ásperas, el uso de cosméticos, humedad, tabaco. Por otro lado, la fatiga y los trastornos del sueño son frecuentes, y en la “piel sensible” hay picazón (prurito) y sensaciones dolorosas.